Cada vez que le permito a alguien o a algo tomar mi poder, pierdo el control y las riendas de mi vida. Es decir……. Cedo mi poder y, me siento frustrad@, desilusionad@, de mal humor y enojad@.
Si hay algo a lo que soy incapaz de adaptarme y no lo quiero aceptar, se genera esa frustración. Hoy tomo una actitud inteligente, positiva, sabia hacia la vida, para manejar lo que no funciona o funcionó exactamente como lo deseo o lo planeé.
Lo mismo sucede en mis relaciones con los demás, yo soy el que elige, cómo sentirme ante una determinada situación, y, con las personas que estoy interactuando.
Hoy decido y elijo mantener mi poder y mi centro!