Bendigo mis alimentos 
Cuando comes tus alimentos, eliges toda la energía de esa comida y todo lo que ésta ha tenido a través de su vida. Pones en tu boca las memorias de otros y de todo lo contenido ahí. Estás llevando la esencia de la comida a tu boca.
Es por eso que, elijo con inteligencia mis alimentos y antes de comerlos, los bendigo.
Centrado en tu corazón pides:
“Que estos alimentos que estoy a punto de comer, sean bendecidos, desde que eran una semilla, desde el momento en que fueron concebidos, a el presente y en adelante. Que sean bendecidos con la habilidad de ser absorbidos adentro de mi cuerpo, de darme la más alta y mejor nutrición. Que sea bendecido de la fuente que proceda, si es animal o planta. Que sea bendecido y agradecido por darme la energía de vida. Te pido que, todo lo que coma sea nutritivo y me haga más fuerte con ellos”.
Imagina la energía del creador, yendo adentro de tu cuerpo.