Vengo a la Tierra a evolucionar
Todos y cada uno de nosotros, los que vinimos al planeta tierra, a través del cuerpo humano, elegimos un plan divino con Dios, como espíritu y alma, para trabajar especialmente, en aquello que, es necesario enfocarme, para mi evolución de conciencia divina. Todo lo que existe, aún sin ser humano, existe por alguna razón: SU EVOLUCIÓN.
Refiriéndonos ahora al SER HUMANO, éste, viene a evolucionar como espíritu y alma, habitando en un cuerpo humano, viviendo los retos y experiencias que llega a tener a través de éste. En esta vida que elegí, con la familia y padres que tengo y en diversas características y factores en los que me he desarrollado, es, porque aquí decidí trabajar, quizás cierta virtud, como por ejemplo, la PACIENCIA, TOLERANCIA y -o alguna virtud, que, en alguna otra vida, caracterizando otro personaje, no logré sanar y -o desarrollar. Y lo más maravilloso y emocionante es, que lo sabemos, nuestro espíritu lo conoce, pero cuando nos anclamos en el cuerpo humano, olvidamos qué es a lo que vinimos a realizar. Toca en cada uno de nosotros, descubrirlo, experimentarlo, evolucionar en amor, alegría y armonía, para mantenernos en una frecuencia energética vibracional elevada. Así será, como recordaremos y fluiremos fácilmente en esta aventura maravillosa del planeta tierra.