En diferentes situaciones de la vida, sentimos que perdemos o perdimos la paz. Aún cuando los vientos de nuestra existencia parezcan aumentar y que no calmarán, todo, es temporal. Soy yo, quien tengo el control de mi vida, y tomo mi poder, para que nada ni nadie perturbe mi paz interior. Cuando tomas tu centro, mantienes el equilibrio y puedes actuar con mesura y serenidad, en lugar de reaccionar ante cualquier situación. Salvo que te encuentres en peligro, tu instinto y reacción natural de supervivencia, te da la alerta para reaccionar y salir de la situación de riesgo.
Con la meditación, yoga, respiración profunda y otras herramientas que te acercan a una vida espiritual, es más fácil que, aprendas a actuar con acertividad y a evolucionar tu nivel de conciencia.
Te sugiero pedir ayuda a tus ángeles, guías espirituales, maestros ascendidos, son maravillosos seres de luz, que siempre, siempre responden. Desde el centro de tu corazón, invócalos amorosamente, te sorprenderás de su hermosa presencia en tus peticiones.