Mi atención se torna a la alineación con mi fuente, a el gozo y alegría de recorrer el camino, y desde esa alineación, me enfoco en mis deseos, desde el gozo, viniendo a mi la manifestación de mis deseos. El estado de gozo y plenitud no depende de la existencia o ausencia de la manifestación, este estado de alineación con la fuente, facilita que ésta venga y mi vida sea abundante, que fluya con gracia y facilidad en el camino de la vida.
¡Que la luz acompañe tu camino!