No importa qué condiciones haya a mi alrededor, ni qué actitud tenga la gente, y si hace buen clima, o si en mi trabajo o en mis relaciones no van las cosas como quiero. Todos esos son aspectos externos, condiciones creadas. Comienzo a ver la vida a través de los ojos de la fuente, amando incondicionalmente, con compasión, con empatía, empezando por mi mismo, aceptándome tal cual soy, enfocándome en pensamientos positivos que me traen sentimientos positivos, alineándome con quien verdaderamente soy.
“Soy amor incondicional y lo expreso en mi mundo físico”
¡Soy feliz!