En el mundo humano, es muy común ver y vivir la vida a través de las condiciones que se nos presentan en la realidad de afuera, y a reaccionar ante esas condiciones. Cuando comenzamos a sintonizarnos y a vibrar desde esa energía amorosa Incondicional que fluye a través de nosotros y a través de cada ser humano, de cada ser vivo, de todo lo que es, nuestra perspectiva empieza a tornarse amorosa desde lo incondicional, sin importar qué circunstancias haya afuera, sin importar qué condiciones, ni cómos, sin afectarnos los comportamientos de las personas, sin influir situaciones diversas en tu alineación. Desde ahí, empezamos a vivir, sentir, saborear, ver la vida, a través de los ojos de La Fuente.
“Veo la vida desde la perspectiva de La Fuente”
¡Soy feliz!