En la infinidad de la vida donde me encuentro, todo es perfecto, pleno y completo.
Acepto la salud perfecta como el estado natural de mi ser.
Ahora, conscientemente, libero cualquier patrón mental que exista dentro de mi que pudiera expresarse como una enfermedad de alguna manera.
Me amo y me apruebo.
Amo y apruebo mi cuerpo.
Lo nutro con alimentos y bebidas nutritivos.
Lo ejercito de maneras divertidas.
Reconozco que mi cuerpo es una maravillosa y extraordinaria máquina.
Y me siento privilegiado por vivir dentro de él.
Me encanta tener mucha energía.
Todo está bien en mi mundo.
Louise L. Hay
¡Soy Feliz!