La alegría es un sentimiento que nos motiva e impulsa en nuestra vida, le cambia el espectro de color a ésta, intensificando el gozo, realizando nuestras labores y actividades con júbilo, con la convicción firme y espontánea en nuestro Ser, que, la vida es un regalo maravilloso que tenemos.
Cuando vivimos con apatía, sobreviviendo el día a día, sin el mayor interés de aprender, crear intereses nuevos, es señal de que debemos hacer un alto, y, revisar, qué es aquello que nos está impidiendo disfrutar plenamente la vida. Y enfocarnos en el estado de apreciación de todo lo que tenemos y somos. Es decir, todo lo bueno que ahí está..
Busca estar en contacto con la naturaleza, hacer ejercicio, comer sana y balanceadamente, aprender a expresarte por medio del arte (escribir, música, pintar, escultura, etc). Salir a platicar con tus amigos, ver una buena película, ir al teatro, parque, etc.
Meditar te ayuda a conectarte con tu esencia divina, a escuchar tu Yo Superior, a sentirte en unidad y conexión con Dios. Busca el hábito de meditar todos los días, encontrando un espacio y tiempo para ti. Comienza por unos minutos y podrás cada vez, ir aumentando el tiempo, porque tu mente se irá aquietando y sentirá esa paz que quizás necesita.
“¡Merezco vivir con alegría y disfrutar la vida!”
¡Soy feliz!